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HASIERAAURKIBIDEA

Intervención de Joaquín de Churriguera (año 1720)

(AHL, 1-4-1 núm. 52)

Consulta de Sebastián Lecuona

La planta que éste acompaña es de la Iglesia de San Ignacio de Loyola que se está ejecutando y hallándose la obra levantada hasta los fundamentos y nacimientos de los arcos, sobre la forma de ejectar éstos hay diferencia de dictámenes entre los maestros que para el efecto han sido llamados: unos dicen que todas sus partes se deben levantar en medio círculo perfecto dándosele a cada una tanta altura como tiene de anchura o semidiámetro, como se demuestra en esta traza de sus alzados AB,ab; y otros que ha de ser como se demuestra en CD.cd, levantando el arco del diámetro menor tanto como el del mayor, que así quedarán las fajas que miran al suelo horizontalmente en la clave, los ángulos irán rectos por lodo el arco aunque con mixtura de círculo, todas las dichas fajas cada una en igual anchura, los volantes de la cornisa y molduras irán paralelas y en consonancia con el paflón del arco, y ventajosa la firmeza de la obra, etc.; en la forma contraria todo sería al revés, como se ve por dichas demostraciones. Se advierte que la traza dada en Roma enseña en los arcos del pórtico lo mismo que en CD.

Se ofrece reparo sobre lo tocante a la firmeza de dichos arcos, y es que, haciendo las bóvedas como se demuestra en fg (papel de este signo +), sería mejor que como se demuestra por la de (en el otro papel) para resistir al gran peso que tendrán las obras del segundo cuerpo, su media naranja, etc. Así enseña también la dicha traza de Roma en la demostración de las obras interiores, aunque en el modelo (hecho por el mismo Maestro que las trazas) como en de, que sin duda esta disposición daría por mejor en su hermosura y proporción; pero en la dicha traza no se demuestra el arco del nicho h como en ésta.

Sobre todo lo cual convendrá tomar parecer de Maestros prácticos y de ciencia para que así se ejecute con acierto la obra. Y así bien será conveniente digan lo que sienten de los adornos de talla: si los frisos que van en el borrón presente son excesivos o no, o si será mejor echar, en lugar de ellos, otros adornos sin talla; y si las cartelas de la cornisa en el orden y repartimiento que va demostrado están bien, y cuando no, enseñen la forma, para que, en la traza que se hará de nuevo demostrando lodo lo interior y exterior de las obras de la iglesia, se trace aquello que se ha de ejecutar.

De las ventanas o luceros, demostrados en Y no hay que hacer caso, que se dará para ellos la forma conveniente en la dicha traza que se promete hacer.

Estas trazas son de Sebastián de Lecuna, vecino de Oyarzun, de la Provincia de Guipúzcoa.

(N.B. No se conservan las (razas de los alzados)




XXX

Parecer de Fr. Pedro Martínez sobre la construcción de los arcos de la iglesia.

No podré dar solución a las dudas propuestas en el papel por ser tan limitada su explicación, pues por ellas y las porciones de los diseños, no puede hacerse enteramente capaz el que no ha visto ni las trazas ni la fábrica. Pero según lo que por ello puedo percibir, responderé a las propuestas dudas en la mejor forma que discurriere, dejando al buen juicio del Maestro el aprecio y estimación de mis razones, según le pareciere que ellas le dieren satisfacción, o tenerlas por no dichas en caso de no haberme hecho capaz de las dudas,

Los arcos, en que se sustenta la primera duda, según el modo como yo la concibo, digo que no hallo causa, motivo ni precisión para que en ellos se altere ni inmute la formación natural que adquieren por el movimiento de su planta, la que, según buena arquitectura, no debe perturbarse ni perderse sin gravísima causa, y lo contrario se reputa y admite por abuso reprensible y vituperable. Ni en los edificios serios y majestuosos se verá ejemplar alguno que lo acredite. Véase Antonio Desgodetz en la descripción del anfiteatro de Verana, Coliseo de Roma, y otros edificios que tienen similitud a este, en los cuales siguen, así los arcos como los demás miembros de su cuerpo, el continuado movimiento de sus plantas, porque, siendo ellas oblicuas, no pueden ellos ser rectos sin nota de impropiedad sino oblicuos como ellas, que son los que llaman los canteros abocinados.

Y de quererlos hacer como lo quieren los que refiere el papel, me pareciera a mí más propio el levantar las impostas de dichos arcos oblicuamente al horizonte dándolas de inclinación lo que en la planta muestra la línea AB, que es la que necesariamente la pertenecía, para que sus claves quedasen horizontales y sus movimientos semicirculares y concéntricos, y en tal caso los dichos arcos fueran propios a sus impostas o al origen de su movimiento, y la impropiedad estuviera en ellas, que pareciera más tolerable.

Pero ni aun de esta manera soy de sentir se hagan, por la irregularidad y disparidad que causarán con el edificio sin urgente necesidad, que yo para ella no la percibo, sino el que deben ser según las AB del diseño.

Sin que tampoco halle duda en su fortaleza, con tal que se les dé a las dovelas el asta o grueso suficiente. Y no podrán tener sobre sí más peso que el que tienen los del cimborrio de San Lorenzo el Real, el cual es a la similitud de este en la disposición y no han manifestado hasta hoy flaqueza alguna.

Tampoco me hace fuerza el que la traza de Roma quiera persuadir a esto por tener los arcos del pórtico dispuestos según las letras CD. porque allí puede ser haya causa o motivo para ello pidiéndolo así su planta 0 alguna grave necesidad y sin que aquéllos tengan conexión con éstos.

Los volantes y demás molduras de la cornisa, no percibo en qué forma pueda el plafón de los arcos impedir su regularidad ni su paralelismo haciéndoles como las letras AB; y aunque en este punto sienta yo puede ser (como lo siento) haya otra razón que lo impida.

En cuanto a las bóvedas de que habla el segundo reparo, me parece nadie podrá juzgar de ellas sin más lata explicación y sin toda la traza junte, por ignorar la disposición de su fábrica y por ella contemplar su peso para por él considerar la fuerza que necesita para resistirle.

En cuanto a los adornos de la cornisa, debo decir que en el papel se había de haber expresado de cual de las cinco órdenes se edificaba el templo, porque cada una de ellas tienen sus adornos propios y que a cada una La compelen. Por el diseño aún no percibo bien si es la orden compuesta, aunque se aproxima más a esta que a la corintia, y en caso que el edificio vaya hecho con ella por ser muy propio para semejantes templos, digo que no le es impropia la talla como sea moderada, selecta y colocada con simetría y proporción.

Selecta será para este efecto la que se hiciere en cartelitas proporcionadas, algunos escudetes con sus frisos de suaves y apacibles movimientos, con sus claros entre unos y otros para que descanse la vista, o entre uno y otro algunos juguetes de serafines o otras cosillas a este modo.

Bien colocadas será cuando sin confusión ni tropel estuvieren repartidas y asentadas con orden y proporción, y que más causen autoridad general a todo el edificio que curiosidad particular, impertinente y nimia, y que no se antepongan a sus miembros en forma de tarjetas como las de la traza, porque estas maneras son más propias para escaparates y guarniciones de pinturas que para obras serias.

Con proporción serán si se hacen correspondientes a la altura, al todo de la cornisa y de sus miembros y capiteles y pilastras.

En las enjutas de los arcos tampoco soy de parecer se adornen de talla, porque, siendo desnudo el edificio es aquí molesta y viciosa, y en su lugar son propios unos vaciados con molduras relevadas dentro de ellos.

Esto es lo que puedo responder a las dudas que se proponen según yo las he percibido. El Maestro las considerará y dará el aprecio que hiciere más al caso para el fin que se desea.

Fr. Pedro Martínez




XXX

Carta del Procurador Hº Martín de Vergara al Provincial de Castilla P. Pablo Francisco Mazario.

Loyola, 19 Abril 1720

P. Provincial: Llegó con salud el Sr. Churriguera, quien confirió ayer con Sebastián de Lecuna y Martín de Zaldúa acerca de la formación de los arcos y demás fábrica de esta grandiosa iglesia, y concordaron tan brevemente que no duró la conferencia dos horas, porque el Sr. Churriguera y los demás tenían comprendida de antemano toda la obra.

No puedo ponderar a V.R. con el gusto que he quedado de que haya habido esta concurrencia de tan insignes Maestros y que por dirección de ellos se haya de ejecutar esta obra, con lo cual quedamos todos con la plena satisfacción de que se ejecutará con todo acierto y seguridad.

Lleva el Sr. Don Joaquín un tanto (=una copia) de la consulta para mostrársela a V.R.

Le hemos dado al Sr. Don Joaquín cien doblones sencillos, lo que nos ha parecido al P. Rector y a mí lo bastante para no quedar cortos.

La semana pasada pesé las rejas, cuya cuenta, como la de los deshilados y encajes, es la que acompaña. Los deshilados y encajes, como también la pieza de batistas, lleva con testimonio el Sr. Don Joaquín. Y no cargo a V.R. la pieza de batistas porque van de limosna que hace este colegio, pues yo, aunque me

alegrara hacer más cuantiosa, no tengo un maravedí de mi uso con que hacerla.

Aguardo aviso de V.R. para saber a quién se han de entregar las rejas en Vitoria. En el ínterin y siempre quedo a la obediencia de V.R., rogando a Nuestro Señor guarde a V.R. los muchos años que deseo.

Loyola y Abril 19 de 1720.

Muy siervo y rendido súbdito de V.R.

Jhs

Martín de Vergara

P. Provincial de Castilla. P. Francisco Pablo Mazario.




XXX

Respuesta a la carta anterior (en el mismo pliego)

Mi Hº Martín de Vergara: Con ésta me entregó Churriguera la caja con los deshilados, etc., y le doy mil gracias por la limosna de la pieza de batistas. Y en cuanto a los 5.065 reales de vellón que importan los balaustres y las rejas, avisaré al Hº Floranes para que cuanto antes pudiere los satisfaga.

Los 297 reales de vellón que importan los deshilados y pieza de encajes, los he entregado ya al P. Alcoz, y se los ha abonado en la cuenta de ese colegio y allá se los cargará a éste.

También le estimo mucho la diligencia de las rejas y antepechos, los que ya dije se pondrían en Vitoria en casa de algún su amigo o en la de Don Manuel Jugo, encargando concierten los portes hasta Zamora o Toro conforme fuere más fácil y conveniente, avisando antes al Hº Floranes para que lo recoja todo y pague los portes. Y me alegraré disponer que con las rejas se remitan al Hº Floranes unas 24 varas para cortinas de dos varas de largo y de grueso proporcionado, que siempre serán más baratas que comprarlas en Castilla.

Ya veo que son muchas tantas impertinencias, pero ¿cuándo los pobres no hemos sido molestos, y de quién nos hemos de valer sino de quien tiene caridad? Su coste correrá de mi cuenta.

He quedado gustosísimo con haber oído a Churriguera y sabido la uniformidad con que se resolvió la fábrica de esos arcos y de toda la iglesia. Lo cierto es que lo gastado se debe tener por bien empleado, porque ahora se trabajará sin susto. Y yo estoy sumamente gozoso de haber determinado la concurrencia de Churriguera, quien va contentísimo del agasajo y de la paga; y yo satisfecho de que no era conveniente levantar el techo de la Santa Capilla.

Nuestro Señor guarde a mi Hº Martín los muchos años que le suplico.

Burgos y Mayo 7 de 1720.

Muy siervo suyo

Jhs

Francisco Pablo Mazario